Churchill logró levantar la moral del ejército y el pueblo, debido a su gran carisma y su enorme habilidad como político. Los discursos de Churchill fueron una fuente de inspiración
para el pueblo británico.
Debemos recordar que estamos en las fases preliminares de una de las grandes
batallas de la historia, que nosotros estamos actuando en muchos puntos de
Noruega y Holanda, que estamos preparados en el Mediterráneo, que la batalla
aérea es continua y que muchos preparativos tienen que hacerse aquí y en el
exterior. En esta crisis, espero que pueda perdonárseme si no me extiendo
mucho al dirigirme a la Cámara hoy. Espero que cualquiera de mis amigos y
colegas, o antiguos colegas, que están preocupados por la reconstrucción
política, se harán cargo, y plenamente, de la falta total de ceremonial con la
que ha sido necesario actuar. Yo diría a la Cámara, como dije a todos los que
se han incorporado a este Gobierno: «No tengo nada más que ofrecer que sangre,
esfuerzo, lágrimas y sudor».
Tenemos ante nosotros una prueba de la más
penosa naturaleza. Tenemos ante nosotros muchos, muchos, largos meses de
combate y sufrimiento. Me preguntáis:
¿Cuál es nuestra política?. Os lo diré: Hacer la guerra por mar, por tierra y por aire, con toda nuestra potencia y con toda la fuerza que Dios nos pueda dar; hacer la guerra contra una tiranía monstruosa, nunca superada en el oscuro y lamentable catálogo de crímenes humanos. Esta es nuestra política.
¿Cuál es nuestra política?. Os lo diré: Hacer la guerra por mar, por tierra y por aire, con toda nuestra potencia y con toda la fuerza que Dios nos pueda dar; hacer la guerra contra una tiranía monstruosa, nunca superada en el oscuro y lamentable catálogo de crímenes humanos. Esta es nuestra política.
Me preguntáis; ¿Cuál es nuestra aspiración?. Puedo responder con una
palabra:
Victoria, victoria a toda costa, victoria a pesar de todo el terror; victoria por largo y duro que pueda ser su camino; porque, sin victoria, no hay supervivencia. Tened esto por cierto; no habrá supervivencia para todo aquello que el Imperio Británico ha defendido, no habrá supervivencia para el estímulo y el impulso de todas las generaciones, para que la humanidad avance hacia su objetivo. Pero yo asumo mi tarea con ánimo y esperanza.
Victoria, victoria a toda costa, victoria a pesar de todo el terror; victoria por largo y duro que pueda ser su camino; porque, sin victoria, no hay supervivencia. Tened esto por cierto; no habrá supervivencia para todo aquello que el Imperio Británico ha defendido, no habrá supervivencia para el estímulo y el impulso de todas las generaciones, para que la humanidad avance hacia su objetivo. Pero yo asumo mi tarea con ánimo y esperanza.
Estoy seguro de que no se tolerará que nuestra causa se malogre en
medio de los hombres. En este tiempo me siento autorizado para reclamar la
ayuda de todas las personas y decir: «Venid, pues, y vayamos juntos adelante
con nuestras fuerzas unidas.
Discurso de Churchill a la Cámara de los Comunes
13 de mayo de 1940
13 de mayo de 1940
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